¿Que es un Bonsai?
Bonsai significa literalmente “cultivo en bandeja” (“bon” = bandeja + “sai” = cultivar). Consiste en el arte de cultivar árboles y otras plantas en el espacio de una maceta para reproducirlos con todas sus características en un tamaño pequeño y proporcionado. Con creatividad, sentido estético y respeto por cada planta, el bonsaísta aplica distintas técnicas como el trasplante, la poda, el alambrado, el pinzado, etc., para mostrar la belleza natural de un árbol en su máxima expresión, modelando su forma para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza. La bandeja se refiere a una maceta de base ancha y poco profunda; también puede utilizarse una piedra laja a modo de bandeja. El bonsai, por tanto, es el árbol y la maceta, ambos deben estar armonía para corresponderse tanto por el tamaño, el estilo o porte del árbol. Como condición mínima, la maceta debe ser de cerámica (utilizar las de plástico sería un sacrilegio) e incluso determinadas especies deben ir por norma en determinados tipos de macetas; por ejemplo, las coníferas irán enmacetas sin esmaltar, en cambio un arce se colocará en una que sea ovalada, amplia y esmaltada.
Algunos beneficios que nos da cultivar un bonsái
Contacto con la naturaleza: nos permite estar en conexión con la naturaleza ya que tenemos que estudiarla y observarla para aprender de ella. Conseguir relax: la mente consigue relajarse y escaparse del entorno mientras está ocupada en las labores que implican mantener el árbol, lo que sin duda ayuda a desestresarse. Cultivar la paciencia: una de las virtudes que se pueden mejorar con el bonsái, es la paciencia ya que necesariamente tenemos que esperar los tiempos adecuados regidos por la naturaleza para intervenir y no dañar a las plantas.
Cómo comenzar con un bonsai
El bonsái nos permite prolongar el disfrute estético de los árboles y plantas que de otra manera podrían haber terminado su ciclo natural. Es el caso de los árboles de montaña que pueden estar casi muertos en zonas escarpadas o bosques y al ser rescatados pueden convertirse en un gran ejemplar de bonsai. Esta técnica de recolección en montaña se llama “yamadori”, y es la más tradicional, de las primeras que se tienen conocimiento en la práctica del bonsai. Con el desarrollo de las técnicas de reproducción, hoy un bonsai puede nacer de semillas, esquejes o acodos, y por qué no de plantas de vivero. Criar un bonsai desde la semilla es la técnica que lleva más tiempo (se calculan 5 años como mínimo para tener un árbol formado), pero también es la que permite al bonsaísta un control total del desarrollo y por ende, puede resultar muy gratificante. El esqueje, conocido comúnmente como gajo, es una forma rápida y económica de obtener nuevos árboles por lo que es método muy popular entre los bonsaístas. Se trata de ramitas o estacas que se introducen en la tierra para lograr que le crezcan raíces y de ahí llevar el desarrollo y crecimiento del futuro bonsai. El acodo, por otra parte, es una técnica artificial para conseguir que un tallo o rama desarrolle raíces sin tener que separarlo de la planta madre. Cuando esto se logra, se corta por debajo de las raíces, se transplanta y se obtiene una nueva planta independiente con la que trabajar un bonsái. Una planta en maceta conseguida en un vivero es otra de las opciones. La clave está en encontrar un buen candidato a bonsai, o sea, árboles que parecen no estar tan cuidado, con troncos más bien gruesos y ramas crecidas sin control. Otro tip a tener en cuenta es la medida del ancho de la base del tronco ya que para tener un bonsai de proporciones correctas, la altura debe ser 6 veces el ancho de la base. Es decir, unárbol de 5 cm en su base, será un futuro bonsai de 30 cm de altura.
Poda
En el arte del bonsái se practican estos dos tipos de podas: Poda drástica o de formación: podar es dirigir la formación de un árbol. Con la poda aprenderemos cómo dar forma a los bonsái y eliminaremos las ramas defectuosas (las que se cruzan) o innecesarias (las que salen en una zona no deseada del tronco). La mejor época para podar suele ser hacia fines del invierno, cuando los árboles están en reposo y no sale tanta savia por las heridas de la poda. Cuando hacemos nuestro primer trasplante (hibai) por lo general, de una planta de vivero, muy pocas de las ramas que vienen en el árbol se pueden utilizar o están bien posicionadas. Por lo tanto, procedemos a recortar muchas ramas gruesas y raíces gruesas. Luego de un año, nuestro árbol tendrá nuevas ramas fáciles de modelar. Poda de mantenimiento: dejar crecer y cortar sirve para formar poco a poco el bonsái y para acentuar las formas de - seadas. Para hacerlo se podan las ramitas cuando tienen 7 u 8 pares de hojas, cortando por encima de los 2 o 3 primeros pares de hojas. Se deben quitar las hojas amarillas y los brotes del tronco.
Cuidados y Fertilización
Las tareas de fertilización y abonado son fundamentales durante el crecimiento y formación de yemas (primavera y otoño). Las plantas verdes necesitan tres tipos de nutrientes esenciales: nitrógeno, fósforo y potasio. Como complemento de los tres nutrientes básicos, las plantas necesitan otros elementos, llamados “micronutrientes”, esenciales para que la planta crezca.
Mantener los árboles en buenas condiciones de nutrientes, luz y humedad. Los excesos o las carencias extremas (mucho o poco riego, sol directo o sombra excesiva) son los errores más comunes y provocan importantes daños al bonsai. Cambiarlo de lugar si vemos que no mejora, no aislarlo y ponerlo junto a otras plantas puede ayudar
El mejor sustrato es uno que permite un buen drenaje para que el agua del riego llegue a las raíces de manera eficiente y no se quede estancada. El sustrato inorgánico que se utiliza normalmente en nuestro país es una piedra mineral de origen volcánico, la puzolana, que se encuentra en el sur de la Argentina. La porosidad es una ventaja, ya que ayuda al desarrollo de microfauna benéfica para nuestro árbol.